Petko, Lorenzo Silva, Noemi Trujillo

Petko

Lorenzo Silva, Noemi Trujillo

HarperCollins

Marzo 2017

Juvenil, Distopico

256 paginas, 16.90€

Independiente

2215 no tiene nada que ver con el mundo que conocemos. Los avatares y los humanos conviven como hermanos en Petko: el Nuevo Mundo que surgió tras el desastre de las guerras energéticas. La mayoría de edad se alcanza a los 15 años y a esta edad ya se puede ser policía. Estamos en un mundo dominado por la tecnología y son posibles los viajes virtuales a cualquier época y lugar. Los avatares de Jasmena, Mirena y Alfonsina, tres hermanas de 18, 17 y 16 años, han desaparecido. Las policías Ahti-Anne (15 años) y Lydia-Ludmilla (17 años) son las encargadas de encontrarlos, junto al informático Cavey (23). En el curso de esta investigación el equipo formado por Ahti, Lydia y Cavey se da cuenta de que nada es lo que parece y comienzan a cuestionarse el funcionamiento del Sistema KB: el Sistema informático que controla la energía y los suministros de todo Petko. Entre tanto, nadie puede ignorar que la Resistencia es cada vez más fuerte y está poniendo en serio peligro la continuidad del sistema. Los tres jóvenes se enfrentan a un dilema moral importante, según avanzan en el caso: ¿qué es más importante, la libertad de los humanos o su tutela absoluta por parte de un Estado que cubre sus necesidades básicas para no volver a repetir los errores del pasado? 

 

Hoy os traigo un libro en exclusiva, pues si buscáis este libro en las librerías os dirán que aun no ha sido publicado.

He aquí un libro distopico, un libro sin mayores complicaciones, pero con un mensaje que da mucho en lo que pensar.

En la novela nos trasladamos cien años en el futuro y nos encontramos viviendo en un planeta completamente controlado por un programa: KB. K, el hombre que lo diseño, es quien realmente controla todo, el que ha hecho de la sociedad, de la humanidad, un mundo, que según él, todo es mejor, un mundo donde todos son felices. Pero ¿que se esconde detrás de esa supuesta felicidad?

Ahti-Anne es una de nuestras protagonista. Digo esto porque a lo largo del libro son tres los que van contándonos la historia desde su punto de vista, pero Ahti es la que sale con mayor frecuencia. Ella no ha tenido una vida sencilla, pues la ausencia de su padre y viviendo con su madre problemática, han echo de ella una mujer trabajadora y con un objetivo; ser guardiana.

Lydia es una joven que no vive a gusto con el sistema. No es feliz y no hay nada que la saque del estado en el que esta. Es por ello que a ella también la asignan a la primera misión junto a Ahti. Ellas dos junto a Cavey, un chico mucho más importante de lo que parece, tendrán que enfrentar su primer caso. A primera vista no parece que tenga mucha complicación. Tienen que descubrir que ha pasado con tres avatares. Pero las cosas nunca son como aparentan y detrás de todo esto hay mucho más. Tanto, que las vidas de estos tres jóvenes ya no volverá a ser como era.

Un libro del que esperaba mucha más acción, alguna que otra emoción mas fuerte, pero nada. Al principio la historia puede resultar un poco lenta y te da la sensación de que no te enteras mucho de que va todo. Sobre todo por que es como es Petko. No lo entendía, pues no llegan a explicarlo claramente hasta más adelante. Es en ese momento, cuando Ahti, pues Cavey y Lydia sí que tienen casi toda la información, empieza a enterarse de muchas de las cosas que se esconden en el sistema. De como esta controla a todos y todo.

Este es un tema muy interesante y aunque esta bien enfocado, pienso que lo tendrían que haber explotado un poco más, entrarnos en como se llego a la situación actual.

Para mi lo peor de todo el final. Es un final precipitado no, lo siguiente. Es como si de repente se dieran cuenta que le faltan hojas y en tres te tiene que contar un final que ocupa quince y claro, eso hace que las cosas no se expliquen bien y que todo no lo dejen a neutras imaginación, sobre todo lo detalles.

Un libro con una buena idea, con una narrativa fluida, pero con el cual no he terminado de encajar del todo, pues como digo, me faltaba algo más.

Sara.